Amaro Zagaro
Amaro Zagaro
Zagaro es un Amaro siciliano sensual, con un sabor con mucho cuerpo y un gusto inconfundible, que involucra el sentido del olfato, liberando un aroma envolvente a naranjas y mandarinas. LEl intenso color ámbar recuerda las inmensas extensiones de los cítricos sicilianos al atardecer.
Zagaro… el Amaro que resume todas las experiencias sensoriales de un largo viaje a Sicilia.
Contenido de alcohol: 30°
Capacidad: 100ml / 700ml
Ingredientes: Agua, azúcar, alcohol, infusión de pieles de naranja “Ribera DOP” y mandarinas sicilianas, aromas naturales.
Hecho en Sicilia, Italia
CARACTERISTICAS
La historia de Amaro Siciliano Zagaro comienza con una receta familiar, de esas que la experiencia de una empresa de 150 años transmite naturalmente de padres a hijos, de generación en generación... y con una historia mágica, atrapante y misteriosa. que alguien supo captar en una cualquiera tarde de verano, cuando, sentado alrededor de una mesa preparada para la cena, Giuseppe Russo, que hoy tiene ochenta años, contaba a sus nietos, que sentían curiosidad por escuchar los recuerdos de la infancia de su abuelo, la historia de su pueblo, de cuando era pequeño y de Zagaro...
Era la Sicilia de los cítricos, de las inmensas extensiones de naranjas, mandarinas y limones, y un joven, apuesto como ningún otro, con ojos de mar y piel de color ámbar por el sol abrasador de días enteros recogiendo cítricos, hizo que las mujeres enamorarse de él las chicas del pueblo...
Nadie, ni siquiera quien cuenta la historia, recuerda cuál era el verdadero nombre de este joven que tenía un encanto que era una mezcla de belleza, misterio y seducción.
Zagaro se llamaba Zagaro en el pueblo tal vez porque las manos y la piel de este hombre, que trabajaba en cítricos durante días enteros y que en ese momento probablemente tenía poco más de veinte años, olían a Zagara y ese aroma ahora se liberaba de manera tan inconfundible desde su cuerpo para casi representar su esencia profunda, su identidad...
Pero no imaginen a Zagaro como un cruel seductor de una Sicilia del pasado, Zagaro era la seducción misma y se dice que las muchachas a cierta hora, al atardecer, cuando regresaban de los huertos de cítricos, esperaban asomadas a la portales de las puertas, de encontrar su mirada para experimentar la magia de ser secuestrado por ellos... por los ojos, por ese misterio y por su olor, el olor de Zagaro...
Entonces un día su joven corazón se detuvo entre aquellos árboles de cítricos en un caluroso día de agosto y su historia, fascinante porque aquel joven no tiene nombre y tal vez ni siquiera un lugar donde descansar para siempre, desapareció en el aire y se convirtió en un cuento. …
Zagaro es hoy el nombre de un Amaro siciliano que recoge los aromas y la magia de las naranjas y las mandarinas... en una experiencia sensorial única e indescriptible, capaz de involucrar todos los sentidos y encantar.
Podría decirse una sinestesia mágica, que derivada de la implicación no sólo del gusto, sino de todos los sentidos, pretende tener la misma fuerza que una historia, recreando una atmósfera que ya no existe y un encanto que no puede ser sólo un canon estético, pero que es en sí mismo un concepto.
El Mediterráneo es un concepto que alguien después de muchos años, en una cualquiera tarde de verano hablando de una Sicilia que ya no existe, alrededor de una mesa puesta para cenar... decidió plasmar para que se volviera mágica... ¡para siempre!